En el Ordenamiento Jurídico Penal Español uno de los conceptos que más peso tiene en la práctica procesal es el de delito flagrante. Esta figura jurídica tiene implicaciones directas en la actuación policial, en el procedimiento penal y en lo derechos del investigado.
En este artículo, explicamos qué se entiende por delito fragrante, cuándo se aplica este concepto y cuáles son sus consecuencias legales.
CONCEPTO DE DELITO FLAGRANTE
Un delito flagrante, también conocido por el término derivado del latín delito in fraganti, es aquel que se está cometiendo en ese mismo momento o acaba de producirse, y cuyo autor es identificado de forma inmediata por estar presente en la escena del crimen o por encontrarse en posesión de elementos que lo vinculan directamente con el hecho delictivo.
Este concepto está recogido en el artículo 795.1.1ª de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), y es clave dentro de los procedimientos penales de urgencia, como los juicios rápidos.
Se considerará delito flagrante el que se estuviese cometiendo o se acabare de cometer cuando el delincuente sea sorprendido en el acto. Se entenderá sorprendido en el acto no sólo al delincuente que fuere detenido en el momento de estar cometiendo el delito, sino también al detenido o perseguido inmediatamente después de cometerlo, si la persecución durare o no se suspendiere mientras el delincuente no se ponga fuera del inmediato alcance de los que le persiguen. También se considerará delincuente in fraganti aquel a quien se sorprendiere inmediatamente después de cometido un delito con efectos, instrumentos o vestigios que permitan presumir su participación en él.
En definitiva, para que se configure un delito flagrante deben cumplirse una serie de condiciones:
- Inmediatez temporal: El delito debe estar ocurriendo en ese mismo momento o haber ocurrido instantes antes.
- Inmediatez personal: El presunto autor debe estar presente en el lugar o ser localizado inmediatamente después, portando objetos relacionados con el delito (armas, objetos sustraídos, etc.)
- Evidencia del delito: Debe existir una evidencia clara y directa de que la persona está cometiendo el delito o lo ha cometido de forma inmediata.
DELITOS MÁS COMUNES QUE SE DAN CON CARÁCTER FLAGRANTE.
Aunque en principio cualquier infracción penal podría ser cometida de manera flagrante, los delitos más comunes en este contexto son:
- Delitos de lesiones, coacciones, amenazas o violencia física o psíquica habitual, cometidos contra las personas a que se refiere el artículo 173.2 del Código Penal.
- Delitos de hurto.
- Delitos de robo.
- Delitos de hurto y robo de uso de vehículos.
- Delitos contra la seguridad del tráfico.
- Delitos de daños referidos en el artículo 263 del Código Penal.
- Delitos contra la salud pública previstos en el artículo 368, inciso segundo, del Código Penal.
- Delitos flagrantes relativos a la propiedad intelectual e industrial previstos en los artículos 270, 273, 274 y 275 del Código Penal.
- Delitos de allanamiento de morada del artículo 202 del Código Penal.
- Delitos de usurpación del artículo 245 del Código Penal.
En estos casos, la presencia de testigos, imágenes de cámaras de seguridad o la intervención inmediata de la policía son factores clave para que el delito sea considerado como flagrante y se activen todos los mecanismos legales especiales asociados que se explicarán a continuación.
CONSECUENCIAS DE DELITO FLAGRANTE
El carácter flagrante de un delito tiene implicaciones legales relevantes, tanto en el momento de la detención como en las fases posteriores del procedimiento penal. A continuación, repasamos los efectos más importantes.
Detención inmediata sin autorización judicial
Una de las consecuencias más significativas es que cualquier persona puede detener al autor del delito flagrante, incluso sin ser miembro de las fuerzas de seguridad. Así queda establecido en el artículo 490.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permite la detención ciudadana si alguien es sorprendido cometiendo un delito. Esta facultad también se extiende a la policía, como es lógico, que puede intervenir sin necesidad de orden judicial en estos casos.
Entrada en domicilio sin orden judicial
En términos constitucionales, el artículo 18.2 de la Constitución Española protege la inviolabilidad del domicilio, salvo en casos excepcionales. Uno de ellos es precisamente la comisión de un delito flagrante. Si las autoridades tienen evidencia razonable de que se está cometiendo un delito en el interior de una vivienda pueden entrar sin autorización judicial previa ni consentimiento del titular del domicilio.
Esta medida está sujeta a estrictos criterios de proporcionalidad, pero es legalmente válida cuando se trata de evitar que el delito continúe o se agraven sus consecuencias.
Aplicación del juicio rápido
Los delitos cometidos de manera flagrante son, en su mayoría, tramitados mediante el procedimiento de juicio rápido, una vía procesal prevista para agilizar la resolución de determinados delitos. Este procedimiento se emplea en aquellos casos en los que los hechos son claros, hay pruebas suficientes y la pena no supera los cinco años de prisión.
La celebración de este tipo de juicio puede tener lugar en cuestión de días tras la detención, por lo que resulta fundamental contar con el asesoramiento inmediato de un abogado penalista con experiencia en juicios rápidos y sus especialidades contenidas en el Derecho Procesal Penal Español. La estructuración rigurosa de la defensa desplegada por el abogado penalista puede plantear la duda sobre los indicios existentes respecto a lo evidente del presunto delito y su autoría, pudiendo evitarse el juicio rápido y obligando a las autoridades a realizar mayores investigaciones que puedan ir destinadas a acreditar la inocencia del acusado.
ESPECIAL SITUACIÓN DEL DETENIDO AL QUE SE PRETENDE JUZGAR POR DELITO FLAGRANTE
Aunque el delito se haya cometido de manera aparentemente evidente y haya sido detectado en el acto, el detenido sigue teniendo derecho a todas las garantías legales propias del Estado de Derecho:
- Ser informado desde el primer momento de las razones de su detención.
- Derecho a guardar silencio y no declarar contra sí mismo.
- Derecho a ser asistido por un abogado desde el primer momento.
- Derecho a comunicarse con un familiar o persona de confianza.
- Ser puesto a disposición judicial en un plazo máximo de 72 horas desde la detención.
El hecho de que el delito sea flagrante no equivale automáticamente a culpabilidad, y muchas veces existen errores en la identificación, detenciones arbitrarias o vulneración de derechos procesales. Por ello, la defensa penal desde el inicio es de suma importancia.
Consecuencias penales del delito flagrante
El hecho de que un delito sea cometido de forma flagrante no agrava por sí mismo la pena, pero sí puede influir en algunos aspectos procesales:
- Reducción de beneficios procesales: Al existir pruebas inmediatas y directas, puede dificultar la posibilidad de plantear una defensa basada en la negación de los hechos.
- Mayor presión para conformidad: En los juicios rápidos derivados de delitos flagrantes, se suele presionar al acusado para que reconozca los hechos y se beneficie de una pena reducida.
Importancia de la defensa legal especialista en casos de delito flagrante.
Ser detenido en situación de delito flagrante no implica necesariamente culpabilidad. Muchas veces existen atenuantes, errores en la detención o en la obtención de pruebas, o incluso confusiones en la identificación del autor del delito. Por eso es esencial contar con un abogado penalista con experiencia que analice a fondo el caso, vigile que se respeten los derechos del detenido y diseñe la mejor estrategia de defensa.